miércoles, 13 de noviembre de 2013

EL TRIANGULO DEL FUEGO

Los jefes por regla general son tipos jodidos. Yo, sin embargo, tuve bastante suerte y mayormente me tocaron tipos copados. No me refiero a ninguna clase de acoso, si está usted pensando en eso debe dejar de leer ya mismo y hacerse ver por un profesional. Uno, por ejemplo, me daba consejos gratis acerca de casi todo. En realidad, no sé si eran tan gratis porque después la empresa se fundió o algo así y siempre sospeché que este jefe tuvo bastante que ver con ese despelote que terminó con casi todos en la calle. Pero los consejos eran buenos, eso sí. Una vez me advirtió que cuando oyera o leyese la palabra default en los medios, enseguida sacara toda la guita que tuviera del banco. Me lo dijo en enero del 2002. El dato hubiese sido más útil seis meses antes, tal vez.
Sin embargo, a mí me marcó esa frase. Y desde entonces presto atención a cuántas veces me cruzo con esa palabra que me lleva directamente al 2001-2002, a ese embrollo que fue mi cabeza en esos días en que todo quedó de culo y se perdieron (en este orden de acontecimientos) los ahorros dentro del banco-los ahorros fuera del banco  (dos lucas y media verdes y asimétricas escondidas en una caja de remedios empapada en una tormenta que fueron a parar al tacho de basura por una mano voluntariosa y familiar) - la fe en la democracia- el empleo digno- el embarazo que me convertiría en padre por primera vez.
Después se perdieron muchas más cosas, pero la vida me recompensó de manera tan extraordinaria, y exagerada, e inesperada, que sería muy hipócrita quejarme ahora.  
A la palabra default, y espero que usted esté contando las veces que aquí se menciona, realizando un riguroso análisis retrospectivo, le sumé luego la aparición cada vez más frecuente en aquellos días de cierto personaje cuyo nombre no indicaré, pero sí aclararé que su rol principal consistía en defender la industria nacional mientras que sus ingresos provenían un 99 % de la importación de los mismos productos que supuestamente su empresa fabricaba. Entonces, default + este ñato importante en los medios, es la señal de que todo se va al tacho. Hay que estar alerta. No pretendo ser alarmista, pero hay que estarse atento. Este es un consejo gratis de verdad. En realidad, existe un tercer elemento necesario para que las cosas ardan, algo así como el triángulo de fuego, y que revelaré más adelante, si tengo ganas, porque tampoco me gusta andar regalando tanto.
Después hay una bocha de frases y hechos en apariencia fortuitos a los que voy prestando especial atención, por las dudas, y por toc-toc-toc, y por no vaya a ser cosa que (por ejemplo, como dato que tal vez no importe a nadie, desde que FOX trasmite los torneos de la Conmebol, River Plate jamás volvió a ganar ninguno de ellos, no es curioso?)
Hace un año, en un post de TONGA, en uno de los comentarios yo aseguraba que la Argentina era un país antisemita.  Fede, el inimputable, me convencía de que no lo era. Sin embargo, cuando leo esto y esto otroesto otro, me pregunto si no habrá que estarse alerta.
Y en este caso, como en el patapúfete económico y social, el tercer elemento necesario para la combustión es la sociedad. Somo nosotros los que avivamos o apagamos el fuego. Y por eso tenemos que estarnos bien pero bien alertas.  

1 comentario:

  1. Qué miedo, no? Acá -en Berlín- he observado que se esfuerzan por mantener vivo el recuerdo de todo lo relacionado con el holocausto, cosa que me parece fantástica porque la media de la gente tiene una capacidad de olvidar bárbara. Pero bueno, por otro lado nos sigue gobernando una derecha católica sorete a la que no le ha dado por hundir judíos, pero sí al resto de Europa.

    Abrazo!

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