Antes de que se pase la calentura

Antes de que se me pase la calentura tengo que soltar esta rabieta pegajosa. En este estado soy casi inimputable. Por lo tanto, no habría que tener muy en cuenta esta especie de descargo dominguero. El siguiente intentará ser un post sobre fútbol, de modo que Talita ya bien puedes dejar de leer ahora mismo, después no digas que no te avisé.

Del partido de hoy entre River y Boca sólo puedo rescatar que me haya hervido la sangre de tal manera que me motivó a retomar tres borradores que debería haber publicado hace cuatrocientos cincuenta y dos años, aproximadamente.
Para los que no lo miraron, o para quienes lo miraron pero vieron otra cosa distinta, el partido para mí fue así:


River se encuentra con un gol de pelota parada apenas comienza el partido. Error del arquero, merito de Ponzio, lo cierto es que la pelota entra y River está arriba en el marcador. Boca juega mal, no encuentra el camino al arco rival. River presiona en el medio y sale rápido de contra. Pero no maneja el tramite. La pelota la tiene Boca. River tiene muchas chances de gol, no concreta ninguna de ellas. Durante los primeros quince minutos pierde dos jugadores por lesión (mediocampo y defensa). Los reemplazos no cambian el esquema. Sale un defensor, entra un defensor. Sale un volante de marca, entra otro igual.
Segundo tiempo River se mete atrás decididamente. Revienta la pelota todo el tiempo. Busca definir el partido en una contra. Boca empuja sin claridad. En defensa Boca da muchas ventajas. Después de muchas oportunidades desperdiciadas llega el segundo gol de River. Con la ventaja de dos, River decide batir el récord de pelotas reventadas. Se juega a liquidarlo nuevamente en otra contra. Se mete más atrás. Tira la pelota para arriba mecánicamente. Tiene treinta y dos mil chances de gol no concretadas. Le da la pelota a Boca, que hace uno. River no lo liquida ni siquiera tres hombres contra dos a falta de dos minutos del final, llega el empate de Boca en el último minuto. Pitazo final del árbitro (regular).

Este fútbol a mí no me gusta. Si River hubiese ganado, este análisis hubiese resultado imposible. Si el equipo gana a nadie le interesa analizar errores. Si el choripan está bueno, mejor no indagar mucho cómo lo preparan. Hoy River apostó a ganar de contra y le salió mal. No me quejo por eso. Me quejo porque River juega mal y no solamente hoy. Porque tiene un técnico que es hincha del club y eso parece que es ya mérito suficiente. No importa que su propuesta de juego sea mediocre. No interesa que el equipo no sepa qué hacer con la pelota cuando la tiene. Que no haya repetido una alineación en doce fechas. Que el equipo no de seguridad atrás, que no sea determinante en ataque, que no juegue a nada. El tipo es hincha del club, entendés? Deja todo por River. Bueno, si es hincha que vaya a la tribuna, mejor. No creo que la solución sea echar a nadie. Si les va mal, yo banco a los técnicos a rajatabla. Pero tienen que intentar jugar a algo. Sufrí el River de Almeyda los 38 partidos del ascenso. En el torneo actual nunca jugó bien un solo partido , ni siquiera cuando ganó dos por goleada. Siempre es un equipo tibio lleno de inseguridades. Parece Monica Seles retornando a las canchas luego de la agresión. Nunca tiene tranquilidad. Como hincha de River me da bronca verlo jugar así. Mucha más rabia me provoca que haya que alentar igual, en las buenas y en las malas. Que si decís esto no sos hincha del club. La gente lo sigue a River igual, siempre. Pero yo quiero ver fútbol, viejo. Estoy cansando de alentar solamente. Es como ir al teatro a aplaudir una obra de mierda en la que los actores son pésimos. "Buenos, dale, ya le va a salir bien la escena, vamos loco!!!!"

Esto no vale para el hincha de Boca. Hoy festeja el empate y todos titulan "empató a lo Boca". Está bien, son distintas formas de ver el fútbol. Otro día hablaré de eso. Hoy estoy caliente con River.