BREVE EXPLICACION


Esta historia es real. Yo todavía no lo creo, pero la verdad es 
que todo ocurrió más o menos como intentaré relatar a 
continuación.
Fue un sábado de febrero. 16 de febrero, para ser más preciso. 18 horas, para ser más exacto. El año no importa. Lo que sí vale es que ese día a esa hora recibí un mensaje de texto que me cambió la vida. El mensaje no era para mí.
Yo odiaba los teléfonos móviles. Me rehusaba a tener uno y me mantuve alejado de ellos hasta el día en que me regalaron uno de prepo y ya no tuve más remedio que adaptarme a vivir comunicado las 24 horas. Igualmente, rara vez tenía crédito para efectuar llamados. No tenía nada para decir a nadie que no pudiera esperar, de todos modos.
Curiosamente, ese sábado tenía en el celular saldo suficiente como para efectuar cincuenta llamadas a Tahití y una a Portugal. No hice ninguna llamada, por supuesto. En cambio, mientras regresaba de la playa con la intención de darme un baño para quitarme la sal y la arena del cuerpo, recibí un extraño mensaje de texto. Este mensaje:

“Hola Silvi, podés ensayar el miércoles a la tarde por Belgrano? Saludos, Mar”

Yo estaba en Mar del Tuyú, muy lejos de Belgrano. Estaba de vacaciones. Y yo no era Silvi, claramente. Así y todo contesté que no podía ensayar porque estaba en la costa, que no sabía muy bien de qué se trataba, pero que contara conmigo para lo que necesitara, sea lo que fuera que estuviera haciendo. Pero iba a tener que ser dentro de quince días, cuando volviera a Buenos Aires.

“Saludos, Ale”, agregué.

“Ale, Alejandra o Ale, Alejandro?”, me respondieron.

“Alejandro, ¿Marcela o Marcelo?”, envié.

“Ninguno de los dos. Marina, como el mar.”

Creo que ahí, con esa hermosa respuesta, empecé a enamorarme un poco bastante.
Resultó que Mar era una coreógrafa que estaba co-dirigiendo junto a una amiga su primer espectáculo propio. Silvi, Silvina, era una bailarina que había trabajado con ella en otras obras. Yo no era nadie, pero al parecer tenía el número de teléfono que alguna vez había sido de Silvina. Esto lo fuimos descubriendo en el trascurso de las decenas de mensajes que nos enviamos durante los veinte días que siguieron al sábado 16 de febrero. También descubrimos muchas otras cosas. Algunas muy bonitas. Otro día, con más tiempo, tal vez. Lo cierto es que a los mensajes de texto le siguieron los llamados, después algunos mails, alguna sorpresa en el medio, hasta que finalmente nos encontramos cara a cara el sábado 8 de marzo en Palermo. El miércoles 12 de ese mes nos vimos por segunda vez y nos besamos por primera. Hoy vivimos felizmente juntos y tenemos dos hijas preciosas, Luna y Sol.

Bueno, por aquella época, entre tantos mensajes, puede que yo haya dicho que era un escritor que no se animaba a publicar nada de lo que escribía. Sé que suena pretencioso, pero estaría en serios problemas si hubiera dicho que era cirujano plástico. De modo que ahora, mucho tiempo después, armé este blog. De alguna manera estoy convirtiendo en verdad la parte que más exageré de mí en aquellos mensajes. 

15 comentarios:

  1. Oia, oia, oia, pero qué bonito! Esto no lo había leído! Me encantan esas jugarretas del destino.

    Mar, Sol y Luna... me parece que alguien está necesitando un cambio de nombre. :)

    Abrazo!

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    1. Qué bueno que le haya gustado.

      Por una vez tuve la suerte de no negarme y conocer a una persona maravillosa.

      Muchas Gracias

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  2. Ahhh éstas son las historias que nos gustan a las mujeres, de esas con final feliz. También nos gustan las otras, pero son demasiado reales. Besos!!

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    1. Y las únicas que comentaron hasta ahora fueron todas mujeres.
      Muchas Gracias!

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  3. Somos dos los que no podemos creer que esta historia es nuestra historia. Bella, romántica y verdadera. Estoy muy feliz porque usted, que era el escritor que no se animaba a publicar nada de lo que escribía, ahora sea el escritor de este texto tan bello.

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  4. Me alegra poder leer esta historia tan bella,ya que fui testigo de este encuento del 8 de marzo .Es una Historia tan maravillosa que no podia creer que lo que me contaba mi amiga mar sea verdadero

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  5. Me hiciste emocionar mierda!! ...

    Supongo que cumpliste el anhelo de la mayoria...transitar nuestra vida rodeado de Mar, Sol y Luna. Que mas, no?

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    1. Ey, gracias por la visita. Y por los comentarios.
      Vuelva pronto, Sr Dukan-10.
      Saludos!

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  6. Mire usté! Lo que son las cosas del destino. Aunque no me engancho mucho con lo del hilo colorado de los chinos que unen todo lo que tiene que estar unido en forma invisible, y más allá del relato, tengo una casualidad que contarle acá en público. Mis hijas se llaman Luna y Marina.
    Completaría el cuadro con un gol al ángulo si mi mujer se llamara Soledad pero se llama Laura.
    Un abrazo amigo, muy buen relato

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    1. Muchas Gracias.
      Tanta casualidad me preocuparía un poco, eh! Está bien así.
      Abrazo grande!

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  7. Alejandro.

    (Buen post. Felicidades.)

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